Tras un par de días debatiendo sobre el futuro del viaje debido a algún achaque de salud, nos decidimos a continuar hacia la tierra de los faraones negros. Para ello, nos dirigimos hasta Metema, en la frontera del lado de Etiopía a unas 3 horas de Gondar para cruzar hasta Gallabat, ya del lado sudanés.
Sudán
A pesar de llevar el visado desde España, un paso fronterizo siempre es impredecible y éste no fue la excepción. Para empezar, tuvimos que cambiar algunos dólares en la frontera. Cuando llegas a Sudán, tienes 3 días para registrarte en alguna comisaría de policía para controlarte. En nuestro caso y debido a que la visa de entrada nos cumplía al día siguiente, nos obligaron a hacerlo en el momento, previo pago de 40 dólares cada uno, 4 o 5 fotos de carnet y un puñado de fotocopias del pasaporte. Una vez acabado este trámite, hay que pasarse por una oficina que hay unos metros más adelante en la misma polvorienta calle, para apuntarnos en el registro de seguridad y para que chequearan nuestros equipajes. En fin, lo que iba a ser media hora, se convirtieron en casi 2.
Frontera de Sudán
Con la inercia de llegar a los sitios cargados de mochilas y preguntar cuándo sale el próximo coche/matatu/bus/minibús/moto/dhow…., nos pusimos a esperar al lado de la carretera junto a unos señores que también lo hacían. Tras un rato de dudas por saber si saldríamos de aquel pueblo, una furgoneta se paró ante nosotros, decorada con unas letras en árabe y la foto de algún predicador de turbante blanco en la luna trasera. Era nuestro transporte, y el de otros 10 hombres.
Todos vestían con chilaba blanca hasta los tobillos y cubrían sus cabezas con un sombrerico a juego. Nos miraban, supongo que preguntándose qué hacían dos españoles cargados de bártulos procedentes de Etiopía en un minibús con más años que un bosque.
Pronto empezaron a interesarse por nuestra procedencia. La típica pregunta era de que país veníamos y luego si vivíamos en Real Madrid o en Barça…algo que se ha repetido en estos casi 4 meses de viaje. A continuación, venía el tema fútbol. Cuando Ara les decía que era del Barça, algunos aplaudían mientras otros entre risas decían que Cristiano era el mejor. Cuando me preguntaban a mi, les decía Real Betis, a lo que respondían con el pulgar hacia abajo y diciendo: uuuuuuhhh…
Después de la larga jornada, llegamos ya de noche a Gadarif. Tras comprobar que el precio del hotel que teníamos pensado para esa corta noche se nos iba del presupuesto, llegamos al Hotel Amir…posiblemente el peor agujero donde hayamos dormido en nuestras vidas.
Teníamos ganas de que llegara la mañana. El autobús que nos llevó hasta Jartum era una pasada. Era enorme y el interior parecía un palacio, con sus cortinillas rojas de flecos y las lámparas con chorrera.
El paisaje era bastante desértico y hacía calor. Había cambiado por completo. En el televisor del bus, ya no había chicas con el pelo largo y cardado cantando canciones con ritmos eléctricos, ni hombres bailando y moviendo sus hombros con gestos imposibles. En su lugar, unas secuencias de imágenes de cascadas y desiertos mientras una voz en off entonaba cánticos con versos del Corán.
Bus Sudanés
En Sudán se aplica la Sharia o Ley Islámica. Se trata de un código de buena conducta en todos los campos de la vida, ya sea en la manera de rezar, como en la de comer o vestir.
Debido a que Sudán es uno de los países con embargo económico por parte de Estados Unidos, es imposible para los extranjeros sacar dinero de los cajeros o pagar con tarjeta, así que toda la pasta la llevábamos en metálico. Otra consecuencia de este embargo la ha sufrido nuestro blog. Tras intentar entrar en él sin éxito para subir nuevos posts, nos dimos cuenta que había desaparecido. Cuando nos pusimos en contacto con ellos esto es lo que nos contestaron:
“La cuenta ha sido eliminada siguiendo los requisitos de la OFFAC, pues se registro actividad desde Sudán. Wix es una plataforma de desarrollo web basado en la nube para millones de usuarios en 190 países. La oficina de control de Activos Extranjeros de Estados Unidos ("OFAC") del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos administra varias sanciones de comercio y económicas. Estas acciones le prohíbe a Wix enviar dinero o hacer negocios con ciertas personas de ciertos países.
Los países y regiones restringidos por la OFAC son los siguientes:
Irán
Corea del Norte
Siria
Sudán
Cuba
La región de Crimea – en Ucrania
Saludos”
En fin…
Además, el cambio oficial en los bancos y casas de cambio es insultante. Por cada dólar te dan 7 libras sudanesas mientras que si te lo cambia alguien por la calle (con el correspondiente riesgo), te darían casi 20.
Al bajarnos del bus en Jartum, un grupo de 3 o 4 taxistas se nos acercó con la curiosidad por saber de nuevo de dónde veníamos. Les preguntamos por algún hotel y se inició un debate entre ellos por ver cuál sería el mejor para nosotros. Era gente muy agradable. Finalmente, y después de dar 450 vueltas por la ciudad, el taxista nos llevó al Hotel Dubai, en pleno centro. Las calles estaban completamente embarradas y con charcos enormes, posiblemente por la rotura de alguna tubería.
Jartum
Los hombres vestían todos como en el bus. Iban con sus chilabas blancas impolutas y pañuelos de todos los tipos y colores cubriendo sus cabezas. Las mujeres llevaban unos vestidos hechos con una larga tela de mil colores que les cubría la cabeza y el cuerpo. Otras, en cambio, vestían de riguroso negro y solo dejaban verles los ojos, y algunas ni siquiera eso.
En Jartum tenemos que hacer otro trámite en el Ministerio de Turismo y es que necesitamos un permiso especial para salir de la capital hacia la zona del norte. El problema es que llegamos un jueves por la tarde. Aquí, el fin de semana empieza el viernes, ya que es el día sagrado en el mundo musulmán. El sábado no abren los organismos oficiales y ese domingo en concreto, se celebraba el nacimiento del profeta Mahoma, así que cerrado también. Hasta el lunes no podíamos arreglar el papel que nos permitiera salir. Decidimos tomárnoslo con calma y disfrutar de la ciudad.
Vista de la calle desde el Hotel Dubai
Jartum, tiene cierta simbología en nuestro viaje. Aquí, el Nilo Blanco, que vimos nacer en Uganda y el Azul en Etiopía, se juntan para formar el gran Nilo que desembocará un puñado de kilómetros al norte en Alejandría. Cuando miramos la distancia desde el nacimiento en Uganda en el Lago Victoria, hasta Jartum vimos que sólo había unos 1500 kilómetros y no nos explicamos la vuelta que hemos dado para llegar hasta aquí: ¡¡3 meses y 15.000 km de viaje!! Menudo rodeo hemos dado…
Nilo Azul
Unión de los Nilos Azul y Blanco (al fondo)
Habíamos oído hablar de la Ceremonia de los Derviches. Se trata de un acto religioso de los islámicos sufís que consiste en una especie de danzas espirituales al ritmo de los tambores y que tiene lugar los viernes, generalmente. En Jartum es posible asistir a alguna en la tumba de Hamed al-Nil, situada en un gigantesco cementerio en Omdurman. Comienzan los bailes de manera pausada y tranquila, al ritmo de los tambores, para terminar dando gritos como fin de fiesta. Mientras, las mujeres ofrecen a los asistentes todo tipo de dulces. En la ceremonia, se nos acerca continuamente gente a hablar con nosotros y terminamos tomando té con alguno de ellos.
Ceremonia de los Derviche en Hamed al-Nil (Omdurman)
Habíamos quedado con un chaval de Omdurman para vernos el domingo en la celebración del nacimiento del profeta o lo que es lo mismo, el Rabi’ al Awwal. Esta celebración tenía lugar en una enorme explanada parecida a un recinto ferial en Omdurman. Acompañados por el chico del viernes, entramos. Había muchísima gente y quioscos donde los padres compraban cosas a los hijos como globos, caramelos, pistolas de juguetes o banderas con la cara de algún imán. Lo normal. Bordeando todo el perímetro por dentro, había casetas en las que cada “peña” idolatraba al líder religioso correspondiente, el cuál salía a un escenario para dar su discurso. No llevábamos ni 5 minutos dentro cuando la gente empezó a preguntarnos con curiosidad a cerca de nuestras vidas. Nuestro amigo trataba de dispersar la multitud, pero aquello se nos fue de las manos y tuvimos que apartarnos para que no fuera a mayores.
Día del Profeta (Rabi’ al Awwal)
Hemos disfrutados mucho de estos días en Jartum, desde las fervientes celebraciones religiosas hasta los característicos mercados árabes completamente llenos de tiendas de especias, cacerolas, ropa, oro y babuchas apiñadas en laberínticos callejones.
Mercado
Ya estamos impacientes por salir de la ciudad en busca de los nubios. Allá vamos.